El consumo de marihuana (cannabis) está ampliamente extendido. Los estudios entre los estudiantes universitarios han demostrado periódicamente aumento, disminución y un nuevo aumento del consumo. En algunos países, la marihuana se fuma habitualmente en forma de cigarrillos hechos con las raíces, las hojas y las flores distales de la planta seca, que casi siempre es la Cannabis sativa. La marihuana también es usada como hachís, que es la resina de la planta prensada (una sustancia del color del alquitrán). El componente activo de la marihuana es el tetrahidrocannabinol (THC), el cual se presenta en muchas variedades, siendo la más activa la delta-9-THC. La delta-9-THC se fabrica de forma sintética como un fármaco llamado dronabinol y se usa en investigación y en ocasiones para tratar las náuseas y los vómitos asociados a la quimioterapia anticancerosa.
Algunas personas se hacen dependientes de la marihuana por razones psicológicas y esta dependencia puede tener todas las características de una adicción grave. La dependencia física de la marihuana no ha sido demostrada de modo fehaciente. Al igual que el alcohol, la marihuana puede ser usada de modo intermitente por muchas personas sin que les cause una disfunción aparente social o psicológica, ni tampoco adicción.
Síntomas
La marihuana deprime la actividad cerebral, produciendo un estado de ensoñación en el cual las ideas parecen inconexas e incontrolables. El tiempo, el color y las percepciones espaciales pueden distorsionarse y exaltarse. Los colores pueden parecer más brillantes, los sonidos más altos y puede aumentar el apetito. La marihuana generalmente alivia la tensión y aporta una sensación de bienestar. La sensación de exaltación, excitación y gozo interior (el efecto de euforia) parece estar en relación con el ambiente en el cual se toma la droga, según que el fumador esté solo o en grupo y dependiendo del humor predominante.
Mientras se consume marihuana disminuyen las capacidades comunicativas y motrices, por lo que es peligroso conducir o manejar maquinaria pesada. Las personas que consumen grandes cantidades de marihuana pueden volverse confusas y desorientadas. Pueden desarrollar una psicosis tóxica, no sabiendo quiénes son, donde están o qué hora es. Los esquizofrénicos están especialmente predispuestos a estos efectos y existe probada evidencia de que la esquizofrenia puede empeorar con el uso de marihuana. Ocasionalmente, pueden producirse reacciones de pánico, sobre todo en los consumidores nuevos. Otros efectos incluyen aumento de la frecuencia cardíaca, ojos inyectados en sangre y boca seca.
Se puede desarrollar tolerancia a largo plazo en los consumidores de marihuana. Las reacciones de abstinencia pueden incluir aumento de actividad muscular (por ejemplo, contracciones espasmódicas) e insomnio. Sin embargo, como la marihuana es eliminada del organismo de forma lenta a lo largo de varias semanas, una reacción de abstinencia tiende a ser leve y generalmente no es perceptible para el consumidor moderado.
Algunos estudios han sugerido que el uso prolongado e intenso de marihuana en los varones puede reducir los valores de testosterona, el tamaño de los testículos y la cantidad de esperma. El uso crónico en mujeres puede llevar a ciclos menstruales irregulares. Sin embargo, estos efectos no ocurren siempre y las consecuencias sobre la fertilidad son inciertas. Las mujeres embarazadas que consumen marihuana pueden tener hijos de menor peso que las no consumidoras. Además, la delta-9-THC pasa a la leche materna y puede afectar al lactante de la misma forma en que afecta a la madre.
El consumo intenso y prolongado de marihuana puede tener efectos similares al del consumo de cigarrillos sobre los pulmones. Es frecuente la bronquitis y probablemente se incrementa el riesgo de cáncer de pulmón.
Los resultados de la detección de marihuana en los análisis de orina permanecen positivos durante varios días después del consumo, incluso en consumidores ocasionales. En los consumidores habituales, los resultados de los análisis pueden permanecer positivos más tiempo a medida que la droga se va eliminando lentamente de la grasa corporal. El tiempo que tarda es variable, dependiendo del porcentaje de THC y de la frecuencia del consumo. Los análisis de orina son un medio eficaz de identificar el uso de marihuana, pero una prueba de orina con resultado positivo sólo indica que la persona ha consumido marihuana, no prueba que el consumidor esté en ese momento con las facultades alteradas (intoxicado). Análisis sofisticados pueden determinar hasta un año después si se ha consumido marihuana.