La depresión y la manía representan los dos polos opuestos de los trastornos del humor. Los trastornos del humor son enfermedades psiquiátricas en las que las alteraciones emocionales consisten en períodos prolongados de depresión o de euforia (manía) excesivos. Los trastornos del humor también son llamados trastornos afectivos. Afectivo significa estado emocional expresado a través de gestos y expresiones faciales.
La tristeza y el júbilo son una parte de las experiencias normales de la vida diaria y son diferentes de la depresión y manía graves que caracterizan los trastornos del humor. La tristeza es una respuesta natural a la pérdida, la derrota, el desengaño, el trauma o la catástrofe. La tristeza puede ser psicológicamente beneficiosa porque permite a una persona apartarse de situaciones ofensivas o desagradables, lo que la puede ayudar a recuperarse.
La aflicción o el desconsuelo es la reacción normal más habitual ante una separación o una pérdida, como la muerte de un ser querido, el divorcio o el desengaño amoroso. La privación y la pérdida no suelen causar depresión persistente e incapacitante excepto en personas predispuestas a sufrir trastornos del humor.
El éxito y los logros generalmente provocan sentimientos de júbilo. Sin embargo, el júbilo puede ser en ocasiones una defensa contra la depresión o una negación del dolor de la pérdida. Las personas que se están muriendo tienen a veces breves períodos de júbilo y de actividad bulliciosa y algunas personas que han sufrido alguna privación o pérdida recientes pueden incluso estar exultantes más que desconsoladas, que sería lo normal. En personas predispuestas a los trastornos del humor, estas reacciones pueden ser el preludio de la manía.
Aunque del 25 al 30 por ciento de las personas experimenta algún tipo de trastorno excesivo del humor durante su vida, sólo alrededor de un 10 por ciento tiene un trastorno lo suficientemente importante como para requerir atención médica. De éstos, un tercio tiene depresión de larga duración (crónica) y la mayoría de los restantes tiene episodios recurrentes de depresión. Las depresiones crónicas y recurrentes se denominan unipolares. Cerca del dos por ciento de la población tiene una situación conocida como enfermedad maniacodepresiva o trastorno bipolar, en el cual se alternan períodos de depresión con otros de manía (o con períodos de manía menos intensa conocida como hipomanía).