El tratamiento del Trastorno de Ansiedad Generalizada incluye la utilización de medicación y formas específicas de psicoterapia, el tratamiento más efectivo para el TAG suele combinar psicoterapia y medicación.
Los medicamentos son muy efectivos para mitigar los síntomas de ansiedad. Se pueden utilizar medicamentos Ansiolíticos o Antidepresivos con efecto ansiolítico (no todos los antidepresivos lo poseen). Los Ansiolíticos no deberían utilizarse por períodos mayores a un mes ya que con el transcurso del tiempo tienden a producir acostumbramiento (tolerancia) y a una necesidad de incrementar la dosis.
Por tratarse el TAG de un trastorno de larga duración lo más recomendable para el manejo psicofarmacológico de los síntomas de ansiedad es la utilización de Antidepresivos con efecto ansiolítico asociado. A modo de ejemplo podemos citar al Escitalopram, Venlafaxina XR / LP, Duloxetina, Paroxetina, Fluvoxamina, Mirtazapina y Clomipramina. Los Antidepresivos, a diferencia de los Ansiolíticos, no producen acostumbramiento (tolerancia). De allí que es preferible utilizarlos en el tratamiento a largo plazo de la Ansiedad. Por otro lado la calidad del sueño generada por los Antidepresivos sedativos es muy superior a la de los Ansiolíticos, ya que generan un sueño más profundo y reparador.
En la actualidad existen cada vez más medicamentos disponibles para el tratamiento del Trastorno de Ansiedad Generalizada. De tal manera que, si un medicamento no da el resultado esperado, generalmente hay otros que se pueden utilizar. Además, se están descubriendo nuevos medicamentos para el tratamiento de los síntomas de ansiedad, como es el caso de la Pregabalina.
Las investigaciones también han demostrado que la Terapia del Comportamiento y la Terapia Cognitiva son efectivas para el tratamiento del TAG. También son útiles las Técnicas de Relajación y de Bio-Retroalimentación (Biofeedback) para controlar la tensión psíquica y muscular.
Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo:
Existen considerables variaciones culturales en cuanto a la expresión de la ansiedad (p.ej., en algunas culturas la ansiedad se expresa a través de síntomas predominantes somáticos, y en otras a través de síntomas cognitivos). Es importante tener en cuenta el contexto cultural a la hora de evaluar el carácter excesivo de algunas preocupaciones. En los niños y adolescentes con trastorno de ansiedad generalizada, la ansiedad y las preocupaciones suelen hacer referencia al rendimiento o la competencia en el ámbito escolar o deportivo, incluso cuando estos individuos no son evaluados por los demás. A veces la puntualidad es el tema que centra las preocupaciones excesivas. Otras veces son los fenómenos catastróficos, como los terremotos o la guerra nuclear. Los niños que presentan el trastorno pueden mostrarse abiertamente conformistas, perfeccionistas, inseguros de sí mismos e inclinados a repetir sus trabajos por una excesiva insatisfacción a la vista de que los resultados no llegan a la perfección. Al perseguir la aprobación de los demás pueden mostrar un recelo característico; necesitan asegurarse de forma excesiva de la calidad de su rendimiento o de otros aspectos que motivan su preocupación.
En general, los síntomas del TAG tienden a disminuir con la edad.
El trastorno es ligeramente más frecuente en mujeres que en varones cuando se estudian muestras de centros asistenciales (aproximadamente el 55-60% de los diagnósticos se efectúan en mujeres). En estudios epidemiológicos de población general la relación de sexos es de dos tercios a favor de las mujeres.
Prevalencia:
En muestras de población general la prevalencia anual del trastorno de ansiedad generalizada se sitúa en el 3% aproximadamente, mientras que la prevalencia global llega hasta el 5%. En los centros médicos para trastornos de ansiedad aproximadamente el 12% de los individuos presenta un trastorno de ansiedad generalizada.
Curso:
Muchos individuos con trastornos de ansiedad generalizada se consideran ansiosos o nerviosos de toda la vida. Aunque más de la mitad de los que acuden a la consulta manifiestan que el trastorno de ansiedad generalizada empezó en la segunda infancia o la adolescencia, no es raro que el trastorno se inicie a partir de los 20 años de edad. El curso es de carácter crónico, pero fluctuante, con frecuentes agravamientos coincidiendo con períodos de estrés.
Patrón familiar:
La ansiedad como rasgo muestra una evidente incidencia familiar. Se han descrito hallazgos todavía inconsistentes que muestran un patrón familiar para el trastorno de ansiedad generalizada, aunque la mayoría de ellos no han sido capaces de demostrar un patrón concreto de agregación familiar.